Muchas personas tienen la percepción de que planear con anticipación es costoso. Especialmente cuando se trata de previsión funeraria, es común escuchar frases como “eso solo lo paga quien tiene mucho dinero” o “cuando se necesite lo vemos”.
Este pensamiento no solo retrasa decisiones importantes, también se basa en mitos que impiden el acceso a servicios que, bien contratados, pueden estar al alcance de casi cualquier presupuesto. En este blog desmentimos los tres mitos más comunes sobre el costo de prever, y te explicamos por qué planear es una de las mejores inversiones que puedes hacer.
Mito 1: “Prever es solo para quien tiene mucho dinero”
Nada más alejado de la realidad. Existen planes funerarios diseñados para distintos niveles de ingreso. En PABS, por ejemplo, puedes encontrar opciones que se pagan en mensualidades accesibles, sin intereses, y con cobertura completa.
En contraste, contratar un servicio funerario de emergencia puede costar entre 3 y 5 veces más, ya que implica pagos inmediatos, sin planeación ni descuentos. Prever no es un lujo, es una estrategia financiera inteligente.
Mito 2: “Es mejor guardar dinero en una cuenta”
Tener un fondo de ahorro es positivo, pero no garantiza un servicio completo en el momento en que más lo necesitas. Además, ese dinero puede utilizarse para otros imprevistos y no estar disponible llegado el momento.
Un plan funerario bloquea el precio desde el día que lo contratas, asegura disponibilidad de servicios y ofrece beneficios adicionales como apoyo legal, emocional y logístico. No se trata solo de dinero, sino de acompañamiento.
Mito 3: “Soy joven, eso no me urge”
La juventud no es sinónimo de invulnerabilidad. Prever cuando se es joven no solo asegura precios más bajos, también permite pagar a plazos sin que represente una carga. Además, no se trata de esperar lo peor, sino de liberar a tu familia de tomar decisiones complejas bajo presión.
Cada vez más jóvenes están tomando decisiones conscientes sobre su futuro y el de sus seres queridos. Prever es madurez, no pesimismo.
Planear no es caro: no hacerlo, sí lo es
La idea de que prever cuesta mucho está más asociada al miedo que a la realidad. Cuando se analizan los beneficios -tranquilidad, ahorro, dignidad, acompañamiento- el valor real de un plan funerario anticipado es mucho mayor que su costo económico.
Invertir en previsión es invertir en paz mental. Es garantizar que tú o tu familia estén protegidos, y que cuando llegue un momento difícil, lo único que tengan que hacer sea acompañarse, no resolver problemas logísticos ni financieros.